La naturaleza es un lugar asombroso y lleno de muchas maravillas. Depende de nosotros protegerla, no destruirla. La naturaleza desempeña un papel importante en nuestras vidas, sobre todo si vives cerca de ella. Aunque las ciudades están mucho más pobladas que las zonas rurales, la belleza de la naturaleza nos hace sentir que tenemos mucho más espacio.
En este artículo hablaremos de algunos tipos de plantas que crecen de forma natural en la naturaleza y de los beneficios de tenerlas en tu casa o jardín.
Las plantas se dividen en tres grandes categorías: árboles, arbustos y plantas herbáceas. Quizá te preguntes «¿cuál es la diferencia?». Pues bien, si sigue leyendo sabrá exactamente qué diferencia a cada tipo de planta.
Árboles
Los árboles son las plantas más grandes de la naturaleza. Dependiendo de su ubicación y de la especie, pueden ser de hoja caduca o perenne. Su tamaño puede variar desde unos pocos centímetros hasta varios cientos de metros de altura.
La corteza de los árboles los protege del medio ambiente, de las plagas y de los daños causados por las tormentas o los animales. Es la gruesa capa que se encuentra en el exterior de un árbol y que protege sus partes internas, como el tronco y las ramas. El color de la corteza puede variar según la especie del árbol.
Las hojas de los árboles son importantes para la fotosíntesis, que es el proceso por el que las plantas crean alimentos. En este proceso, las hojas de un árbol absorben dióxido de carbono y agua, y convierten estos elementos en alimento mediante el proceso de fotosíntesis. El color de las hojas puede cambiar a lo largo del año, dependiendo de la especie de árbol y de la cantidad de luz solar a la que estén expuestas.
Arbustos
Los arbustos son más pequeños que los árboles y crecen cerca del suelo. Pueden ser de hoja caduca o perenne, según el lugar donde crezcan. Suelen tener una forma más redondeada que los árboles y una estructura más abierta.
Las hojas de los arbustos suelen ser más pequeñas que las de los árboles y los arbustos no tienen corteza en sus tallos. Tienen una capa de células debajo de la corteza que es gruesa y esponjosa, que tiene la misma función que la corteza.
Las flores de los arbustos suelen ser más pequeñas y menos vistosas que las de los árboles y las plantas herbáceas. Tras la muerte de las flores, los arbustos producen bayas o frutos secos, que contienen las semillas que formarán su nueva descendencia.
Plantas herbáceas

Las plantas herbáceas son aquellas que no tienen un tallo leñoso, por lo que mueren cada año. Suelen cultivarse como plantas de parterre en jardines o macetas de interior.
Las plantas herbáceas suelen tener hojas más finas que los arbustos y los árboles. También tienen flores más pequeñas y menos vistosas. Los tallos de las plantas herbáceas crecen a partir de un pequeño tallo o raíz llamado rizoma, y no tienen una yema en la punta del tallo como los árboles y arbustos.
Cuidado y mantenimiento de las plantas en casa o en el jardín
Los árboles y arbustos deben ser podados regularmente cada año. Esto ayudará a mantenerlos sanos y a prevenir enfermedades que puedan afectarles. Al podar árboles y arbustos, utilice siempre unas tijeras de podar limpias y afiladas.
La poda de un árbol o arbusto ayuda a mantener su forma, fomenta el crecimiento nuevo y mejora su salud al eliminar las ramas enfermas o mal colocadas.
Debes podar tus plantas cuando estén inactivas, ya sea a finales de verano o a principios de otoño. Si las podas en este momento, tendrán tiempo suficiente para sanar antes de la siguiente temporada de crecimiento.
Al podar, asegúrese de no eliminar más de un tercio de la planta. De este modo, la planta tendrá tiempo suficiente para rebrotar y volver a estar sana.
El suelo de tu jardín debe estar bien mantenido para que tus plantas crezcan bien y estén sanas. Puedes añadir compost o estiércol a la tierra para mejorar su estructura y su contenido en nutrientes.
Las plantas del jardín deben regarse con regularidad, pero no en exceso. Si se deja que las plantas se sequen, son más susceptibles de contraer enfermedades.
Conclusión
Los árboles, arbustos y plantas herbáceas son partes importantes de nuestro entorno. Proporcionan alimento y refugio a pájaros, insectos y otros animales. También absorben dióxido de carbono y producen oxígeno, necesario para la vida humana.
Estas plantas también aportan belleza a nuestro entorno. Los árboles son excelentes complementos para los jardines, ya que proporcionan sombra y estructura. Los arbustos aportan color y variedad a los jardines. Pueden utilizarse para crear diferentes tipos de bordes y también pueden cultivarse en macetas.
Las plantas herbáceas se utilizan a menudo como plantas de parterre y aportan color y textura a los jardines. También pueden utilizarse para crear efectos interesantes en macetas y en interiores. A la hora de seleccionar las plantas, hay que tener en cuenta el lugar donde se van a cultivar y la cantidad de luz solar que recibe esa zona.