¿Qué es un bonsái Acer palmatum o Arce japones? Mira todas las características y especies de bonsái Acer palmatum
ESTE PEQUEÑO y ELEGANTE arbolito japonés es el bonsái por excelencia. El reducido tamaño de sus delicadas hojitas de cinco o siete puntas y la estilización de sus renuevos le confieren un perfil esbelto y grácil.
Además, responde bien a las técnicas de poda, haciendo brotar yemas de cualquier punto de la rama y produciendo un sistema radicular fibroso y compacto. La corteza cicatriza con rapidez después de podar y las ramas jóvenes, aunque flexibles, adquieren en poco tiempo la postura forzada por el alambre.
Existen numerosas variedades de arce japonés, y de éstas sólo algunas poseen nombre propio. Las hojas nuevas pueden exhibir tonos cobrizos, anaranjados, encarnados o purpúreos y al madurar adquieren distintos tonos de verde, conservando a menudo el rojo o el naranja en el borde de las hojas. Más adelante el otoño las volverá a teñir, y el follaje otoñal adquiere matices que van desde el naranja claro hasta el carmín.
Los bonsáis de arce japonés son tan solicitados que se producen en cantidades industriales. Su tamaño también varía enormemente, y pueden encontrarse en mercado desde minúsculos protobonsáis (casi meros esquejes arraigados) hasta auténticas joyas de gran tamaño y edad y precio elevadísimo.
No obstante, puesto que la gracia y delicadeza femenina de esta especie es su principal atractivo, no suelen producirse bonsáis de estilos ásperos, rústicos o escabrosos, y es raro ver un arce japonés con la raíz desnuda, retorcida y abrazada a una roca, por ejemplo.
La tendencia de este árbol a rebrotar con extraordinario vigor tiene también su lado negativo. Con frecuencia aparecen en la parte central del árbol chupones largos y rectos, tan vigorosos que pueden robar la savia a otras ramas menores mucho más valiosas desde el punto de vista estético.
Como de las axilas brotan renuevos de manera incesante, la copa podría llegar a congestionarse hasta el extremo de no dejar pasar suficiente aire.
Es necesario eliminar o mantener a raya a todos los vástagos inútiles, porque, además de chupar savia, favorecen las infecciones por hongos. Por otra parte, en las zonas congestionadas la luz escasea y algunas ramas podrían llegar a secarse.
La única solución es eliminar todo brote no deseado en el momento mismo en que aparece. Con el tiempo, habrá que podar más de una ramita vieja y dejar que la sustituyan algunos de los numerosos retoños que brotan de forma incesante. El arce japonés procede de los bosques y prefiere la luz tamizada. Si le da el sol directo en pleno verano, podría agostarse.
Cómo reconocer la calidad del bonsái Acer palmatum
Por desgracia, la producción masiva implica que muchos de estos bonsáis exhibirán cicatrices de podas brutales, a menudo antiestéticas, alrededor de las cuales habrán brotado multitud de ramas juntas.
Esto produce un efecto antinatural y esos ejemplares deben ser rechazados, a no ser que uno esté seguro de poder rebajar la cicatriz hasta dejarla invisible.
No adquiera en invierno una composición de tipo bosque o multitronco, ya que no podría valerse del colorido de las hojas para comprobar que todos los arbolitos pertenecen a la misma variedad de arce japonés.
Cuales son sus puntos más débiles
Sus delicadas hojitas pueden secarse bajo un sol de justicia o si están expuestas a vientos desecantes. Los brotes tiernos del arce japonés atraen a diversas variedades de pulgón difíciles de descubrir, pues suelen mimetizar el color de su huésped.
Las ramitas que se desarrollaron durante el verano sufrirán, y más de una puede llegar a morir con el viento gélido del invierno.
CARACTERISTICAS PRINCIPALES DEL ACER PALMATUM
Origen del bonsái
Japón. Algunos países occidentales los producen, pero su calidad es inferior a la de los bonsáis de viveros japoneses de producción masiva.
La luz que necesita
Luz tamizada en todos los casos.
Temperatura adecuada para el desarrollo de su bonsái Arce japones
Soporto heladas de hasta una semana de duración. Si el tiempo empeora, trasládelo a un cobertizo hasta que suba la temperatura. Si ésta supera los 30ºC durante el verano, puede que la planta decida cerrar por vacaciones» sin riesgo para su salud.
Enfermedades y parásitos más comunes
Los pulgones la invaden con frecuencia, pero es una plaga fácil de controlar. Ocasionalmente pueden atacarla los ácaros. Si se permite que las raíces se resequen y el aire no circule, el mildiu puede destruir los brotes tiernos.
El sustrato recomendado para el bonsái Acer palmatum
La Akadama japonesa da excelentes resultados. Replante anualmente los árboles menores y más jóvenes; los de mayor tamaño y edad, cada tres años.
Riego aconsejable
Mantenga el suelo permanentemente húmedo durante todo el año. No permita que se endurezca por falta de agua. No riegue en las horas de más calor.
Abonos o fertilizantes universal
Desde la primavera hasta finales del verano, aplique un fertilizante equilibrado universal. Desde finales de- verano, y durante todo el otoño, fertilizante libre de nitrógeno.
Época recomendada para podar un bonsái arce japones
Las ramas principales, a finales del invierno. En época de crecimiento, recorte los renuevos para darles forma y aclárelos siempre que sea necesario.