Descubriendo el espacio de trabajo de NUA Arquitectures
NUA Arquitectures es un estudio de arquitectura situado en Tarragona, un local de 32 m2 ubicado en la casa Antoni Rosell Fortuny, una obra del arquitecto Francesc de Paula Morera Gatell en 1931. Los arquitectos Arnau Tiñena, Maria Rius y Ferran Tiñena han hecho una reforma del estudio con el objetivo de crear un ambiente amplio, luminoso y totalmente conectado con el exterior. La idea ha sido recuperar el espíritu original del espacio y devolverle la esencia a través de un diseño minimalista y refinado.
Un espacio desnudo y auténtico
El estudio de NUA Arquitectures respira autenticidad, un lugar inmerso en un sistema de arcos y bóvedas que lo estructuran y ordenan. El diseño se basa en un juego de texturas que se combinan para resaltar el valor construido del local y darle ese toque de singularidad. La austeridad del proyecto se acompaña de una gran refinación en los acabados, con muebles hechos a medida en madera de pino con líneas simples y elementos integrados que se mezclan en una simbiosis perfecta entre pasado y presente.
Con la importante reducción del espacio, los arquitectos han buscado abrir y habitar el espacio. El resultado es un lugar diáfano y elegante, que conecta visualmente el estudio con el espacio común de acceso gracias a una gran ventana que ilumina los rincones más escondidos. Al natural y sin artificios, se respira una autenticidad del espacio que resulta cómodo al usuario.
Potenciando las conexiones físicas y visuales
La relación interior-exterior ha sido un aspecto clave en la reforma de NUA Arquitectures. Los arquitectos han eliminado las divisiones que tapaban las paredes, generando un único espacio diáfano que se conecta visualmente con el espacio común y enmarcando así el hermoso paisaje que se puede disfrutar desde la zona del estudio. Para crear una conexión física han creado una gran ventana con marcos de madera que conectan el estudio con el espacio exterior, permitiendo el uso de la luz natural y conectando al usuario con la naturaleza.
Otra apuesta importante ha sido suprimir las divisiones que separaban los arcos transversales del estudio, generando así un solo espacio diáfano. Esto amplía las oportunidades del usuario para habitar diferentes zonas y conectar visualmente con el proyecto y su entorno.
El mobiliario hecho a medida
Otro aspecto resaltable del diseño de NUA Arquitectures es el mobiliario hecho a medida. Las piezas están hechas en madera de pino, y se adaptan al espacio disponible, creando un ambiente acogedor y elegante. La simplicidad de las diferentes piezas y su estilo minimalista, con toques de paredes al natural que recuerdan la naturaleza del local, especializan los distintos ambientes del estudio y consiguen transmitir una gran cohesión en el espacio.
La luz, la autenticidad y la simplicidad, claves del proyecto
Una edificación con carácter propio
Aunque NUA Arquitectures es un lugar único en su diseño, el estudio se encuentra situado en la casa Antoni Rosell Fortuny, en Tarragona. Esta obra del arquitecto Francesc de Paula Morera Gatell data de 1931 y está ubicada enfrente del Balcón del Mediterraneo. A lo largo de los años se ha ido deteriorando, por lo que ha tenido diferentes reformas como la realizada por Joan Tous Arquitectes, y por último, la reforma integral llevada a cabo por el equipo de NUA.
La fachada exterior de la casas está realizada con piedra y el contraste con las ventanas de cristal es impactante. La iluminación del estudio gracias a las grandes ventanas que se han abierto consigan una gran luminosidad, y el espacio se ha dispuesto para poder trabajar tranquilamente.
