Esta moderna casa de hormigón en Australia es pura emoción teatral. Es imposible no sentirse atraído por la majestuosidad y originalidad de La Scala, que se encuentra en un rincón de Brisbane, Australia. Los arquitectos Ingrid Richards y Adrian Spence han creado un mundo propio y único en el que la vegetación adquiere una función expresionista en la configuración del patio central. Con arcos, columnas y esbozos de anfiteatro, esta casa es un diseño experimental que sorprende y cautiva a partes iguales.
La Scala es una especie de «ruina futura», como la describen los arquitectos, que ha sido convertida en su vivienda personal y en su estudio. Este desafiante proyecto arquitectónico es un objeto complejo e innovador con un remanente de antigüedad. Consiste en dos estructuras habitacionales dispuestas alrededor de un patio central. La residencia principal está situada al sur, mientras que la más pequeña que aloja el estudio se ubica al norte y da hacia la calle.
Este alarde imaginativo es capaz de cumplimentar funciones e inspirar emociones. Se trata de un objeto complejo e innovador y, a la vez, con un remanente de antigüedad. Para resumir, La Scala consiste en dos estructuras habitacionales dispuestas alrededor de un patio central. La residencia principal, más grande, está situada al sur; la más pequeña (que aloja el estudio), al norte, da a la calle. Al invertir la posición típica de volumen principal a la calle y secundario en los fondos, el conjunto gana en flexibilidad.
El Patio Central
La vegetación asume una función vital en el patio central de La Scala. La configuración del espacio gira en torno a esta zona, dándole un papel esencial en la arquitectura de la casa. Los arquitectos han logrado que la vegetación se convierta en un elemento expresionista que sirve tanto como elemento decorativo como para la integridad de la estructura. Con esta disposición, se ha conseguido optimizar la ventilación y la iluminación natural que proporciona el patio central.
La Scala es un proyecto desafiante realizado en un sitio escondido de la ciudad australiana de Brisbane, mediante un alarde imaginativo capaz de cumplimentar funciones e inspirar emociones. Este patio es uno de los ejemplos más notables de la maestría demostrada por los arquitectos Ingrid Richards y Adrian Spence. Su disposición ha permitido que la vegetación y la frescura se integren en la estructura, creando un diseño sorprendentemente hermoso y funcional.
Los arcos, columnas y esbozos de anfiteatro
La Scala es un proyecto experimental que se diferencia de los diseños arquitectónicos convencionales. Ingrid Richards y Adrian Spence lograron combinar la flexibilidad de la casa con la fuerza segura de su hormigón y de su mampostería mediante elementos teatrales como arcos, columnas y esbozos de un anfiteatro. Esta disposición genera secuencias espaciales que pueden satisfacer las necesidades tanto de un solo habitante como de los participantes de una gran fiesta.
La magnificencia y originalidad de La Scala sorprenden tanto a expertos como a aficionados de la arquitectura. Los arcos, columnas y esbozos de anfiteatro que forman parte de su diseño crean un efecto de teatralidad que impacta y sorprende. Los arquitectos combinaron elementos escenográficos con la arquitectura, consiguiendo que La Scala se convierta en una estructura de diseño en la que armonizan la innovación y la tradición.
La flexibilidad del diseño
La Scala es una estructura que, además de destacar por su originalidad y majestuosidad, resulta ser un diseño muy flexible. Gracias a su disposición, los arquitectos han logrado crear secuencias espaciales que se amoldan a las necesidades de los habitantes. Cada uno de los elementos que conforman la estructura está diseñado para generar contrastes, los cuales se amplían gracias al uso de pocos materiales, lo que les da gran relevancia y presencia.
Este es el tipo de diseño que apela a múltiples funciones y necesidades de un espacio, lo que lo convierte en un proyecto eficiente y altamente funcional. La flexibilidad que se ha logrado en el diseño de La Scala se convierte en uno de sus mayores logros ya que se amolda a cualquier necesidad del propietario en un momento dado. En definitiva, este diseño ofrece una gran libertad que los amantes de la arquitectura saben apreciar.
Interior de La Scala
La Scala no sólo destaca por su imponente estructura exterior, sino que también sorprende por su interior. Ingrid Richards y Adrian Spence han logrado que la limpidez arquitectónica, las aberturas al exterior y los sillones Eames sintonicen sus lenguajes. La elección de tonalidades claras y texturas satinadas crea una sinergia perfecta entre interior y exterior.
Los detalles del interior de La Scala son cuidadosamente elegidos para generar una atmósfera de armonía y belleza. Cada uno de los materiales, colores y objetos que se encuentran en el interior de la casa tiene un papel en el conjunto y se combinan de forma armoniosa. Los sillones Eames son uno de los elementos que más destacan, ya que se integran a la perfección con el conjunto, haciendo parecer que forman parte de la propia estructura.
La zona de la piscina
La zona de la piscina es uno de los mayores logros de La Scala. El diseño del patio central, que gira en torno a esta zona, ha permitido la creación de un oasis dentro de esta estructura. La piscina se convierte en un elemento fundamental de la estructura y en una fuente de frescura para el interior de la casa.
La iluminación en torno a la piscina es fundamental y proporciona una sensación de paz y tranquilidad que complementa perfectamente el resto de la estructura. El agua de la piscina y la vegetación que la rodea crean un ambiente relajado y sereno que invita al descanso y la relajación.