Las plantas verdes necesitan agua para mantenerse sanas y felices. El riego excesivo puede provocar la putrefacción de las raíces, pero el riego insuficiente también puede causar problemas. Sin suficiente agua, las plantas se estresan y sus hojas producen menos clorofila. El resultado es una planta con hojas amarillas o rojas que no hacen la fotosíntesis tan bien como las verdes.
Puede ser complicado saber exactamente cuánta agua necesitan tus plantas. No es que te digan si la tierra está demasiado seca o demasiado húmeda. Para que tus plantas de interior se mantengan felices y sanas, sigue estos consejos para regarlas correctamente:
Riegue su planta antes de alimentarla
Si alimentas a tu planta antes de regarla, puedes evitar que se sumerja. La mayoría de las plantas de interior están ávidas de nitrógeno, fósforo y potasio, pero no necesitan mucho. Si alimentas a tu planta antes de regarla, el fertilizante extraerá agua del suelo, por lo que tu planta tampoco necesitará tanta agua.
Si tu planta es una de las que le gusta que la rieguen antes de alimentarla, puedes utilizar esa información para evitar el riego. Por ejemplo, si a tu helecho le gusta que lo rieguen antes de alimentarlo, no tienes que preocuparte de sumergirlo.
Si alimentas a tu planta después de regarla, puedes evitar el exceso de riego y el sumergimiento. A la mayoría de las plantas les gusta que las rieguen después de alimentarlas. En ese caso, regarías tu planta y luego la alimentarías, de modo que el fertilizante pasaría a la tierra, no al agua.
Revisa la tierra, no sólo las hojas
Al comprobar la tierra, puedes saber si la planta necesita agua palpando la tierra y mirando las hojas. Toca la tierra en el fondo de la maceta. Si está seca, puedes regarla. Si está húmeda y blanda, no la riegues. Si está en un punto intermedio, no necesita agua.
Fíjate en las hojas para ver si están marchitas o caídas. Son señales de que la planta necesita agua. Si las hojas parecen brillantes y verdes, la planta no necesita agua.
Regar sólo cuando sea necesario
Si su planta está sana, no necesita agua todos los días. Puede que necesite agua una vez a la semana, o que pasen dos o tres semanas antes de volver a necesitarla. Las plantas tienen diferentes necesidades de riego.
Algunas plantas necesitan ser regadas diariamente, mientras que otras están bien si esperas tres semanas entre riegos. Si tienes un helecho o un lirio de la paz, por ejemplo, tendrás que regarlo todos los días.
¿Se está marchitando tu planta? Si la tierra está húmeda, no tienes que preocuparte de regarla. Sólo si la tierra está seca y tu planta necesita agua.
¿Hace calor en el exterior? Las plantas necesitan menos agua en verano que en invierno. Si hace calor, tu planta necesitará menos agua que en otoño e invierno.
Esté atento a estos signos de exceso de riego
Hay dos signos principales de exceso de riego. Se trata de un suelo empapado y de la podredumbre de las raíces. Un suelo empapado se produce cuando la planta se riega con demasiada frecuencia o en exceso. Puede evitar el suelo empapado regando su planta de interior con menos frecuencia.
La podredumbre de las raíces se produce cuando la planta no recibe suficiente oxígeno. Ocurre cuando la tierra permanece húmeda durante demasiado tiempo. Esto puede ser un problema para las plantas que necesitan estar en un entorno muy húmedo. Por ejemplo, nunca debes dejar que tu nenúfar se quede en agua estancada.
Saber cuándo hay que dejar de regar
Si deja de regar su planta cuando la tierra está seca, estará sana y feliz. Pero si sigues regándola cuando la tierra está seca, puedes hacerle más daño que bien. Regar en exceso es uno de los errores más comunes que se cometen al regar las plantas de interior.
Una toalla de papel seca en la maceta es un signo seguro de que la tierra está seca. Si la toalla de papel está todavía húmeda, hay que esperar más tiempo.
Resumen
Estos consejos le ayudarán a regar correctamente sus plantas de interior. Regar tu planta correctamente es importante para su salud. Si no las riegas correctamente, pueden pudrirse las raíces, lo que puede matar a la planta. Sigue estos consejos para asegurarte de que tu planta se mantiene sana y feliz.
