Regar el jardín cuando hace sol puede parecer contradictorio, pero en realidad esta estrategia tiene un impacto positivo en las plantas. Regar el jardín durante las horas de luz ayuda a prevenir enfermedades. Cuando tus plantas están sometidas a estrés por el calor o la sequía, son más propensas a sufrir enfermedades fúngicas como la mancha negra y las manchas en las hojas. Estos hongos prosperan en entornos húmedos con alta humedad y poca luz; las condiciones de calor y sequedad pueden estresar a las plantas y hacerlas más susceptibles a las enfermedades.
A muchos propietarios les resulta difícil saber exactamente qué necesitan las plantas en cada momento debido a su tamaño y ubicación. Sin embargo, con unos conocimientos básicos sobre las diferentes tensiones a las que se enfrentan las plantas, podrá regarlas exactamente en el momento adecuado.
Si sabe que sus plantas son susceptibles de padecer enfermedades fúngicas, debe regarlas durante las horas de luz para no favorecer la aparición de hongos al mantener la humedad alta o los niveles de oscuridad bajos. Si tus plantas han crecido lo suficiente como para necesitar mucha agua entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, regarlas durante esas horas mantendrá el estrés en ellas lo suficientemente bajo como para que sean menos propensas a desarrollar enfermedades fúngicas como la mancha negra y las manchas en las hojas.
¿Cómo afecta la luz solar al crecimiento de las plantas?
Las plantas pueden sobrevivir con sólo una pequeña cantidad de luz solar, pero necesitan la luz solar para reproducirse. La luz solar proporciona el calor y la luz necesarios para que las plantas produzcan su propio alimento. Este proceso se llama fotosíntesis. Las plantas utilizan la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en azúcar y oxígeno. Cuando las plantas absorben la luz solar, la utilizan para crear clorofila, que es necesaria para la fotosíntesis.
Cuando la luz solar incide en una hoja de la planta, se produce la clorofila. La fotosíntesis se produce cuando las hojas empiezan a ponerse verdes. Cuando el calor y la luz entran en la planta, comienzan las reacciones bioquímicas. La planta toma el dióxido de carbono del aire, el agua del suelo y utiliza la energía del sol para crear azúcares simples. Las hojas almacenan estos azúcares y los utilizan como alimento.
¿Cómo beneficia a mi jardín el riego en tiempo soleado?
Regar con luz solar directa tiene el beneficio añadido de evaporar el agua de las hojas, lo que puede reducir la humedad del jardín, haciéndolo menos favorable para las enfermedades fúngicas.
Regar a la luz del sol también hace que las hojas de tus plantas se abran, lo que puede ayudarlas a respirar más fácilmente.
Si riegas tus plantas bajo la luz del sol, el agua se evaporará de las hojas más rápidamente, reduciendo la humedad general de tu jardín y, por tanto, la probabilidad de que aparezcan enfermedades fúngicas.
¿Qué ocurre si sigo regando mi jardín cuando hace sol?
Cuando riega sus plantas cuando hay mucha luz solar, el agua de la superficie del suelo se evapora rápidamente, reduciendo la cantidad de agua que acaba en el suelo.
Si sigues regando tu jardín cuando hace sol y las hojas están abiertas, sólo absorberán el agua que necesitan para sobrevivir, mientras que el resto se evaporará. Esto puede provocar estrés hídrico, causando el marchitamiento.
Si sigues regando tus plantas cuando hace sol, corres el riesgo de inundar el suelo. Esto puede provocar la retención de agua y aumentar el riesgo de putrefacción de las raíces, especialmente si el agua está caliente. El agua caliente puede provocar un aumento de los patógenos del suelo, como la podredumbre de las raíces y los hongos.
Consejos para regar cuando hace calor
- Cuando hace calor, es mejor regar las plantas por la noche o a primera hora de la mañana, cuando la temperatura es más fresca.
- Evite regar las plantas cuando la humedad sea alta, por ejemplo, después de una lluvia. Regar las plantas en condiciones de humedad puede provocar que se marchiten y dañen las raíces, así como enfermedades.
- Cuando riegue su jardín, evite que el agua se asiente sobre las hojas. Esto puede provocar manchas en las hojas y enfermedades fúngicas.
Conclusión
Cuando riegue su jardín, tómese el tiempo necesario para considerar las necesidades de las plantas y las condiciones meteorológicas. Regar a la luz del sol beneficia a sus plantas, ya que reduce la humedad y la probabilidad de que aparezcan enfermedades.
Mantente al día de las necesidades de tu jardín para poder regar en los momentos adecuados y evitar el estrés de tus plantas. Con un poco de investigación y mucha agua, tu jardín puede prosperar, sin importar el clima.