Cuando se empieza a tener plantas en casa, el primer impulso es comprar macetas pequeñas y adquirir el mayor número posible de plantas. Sin embargo, no tardarás en darte cuenta de que rara vez florecen o producen hojas. Entonces, ¿qué podemos hacer para que sean felices y nos den muchas flores bonitas?
Es cierto que no hay mucho que podamos hacer por nuestras plantas, pero hay algunas cosas que podemos hacer para mejorar su calidad de vida. Pueden parecer pequeños detalles, pero a la larga tendrán un gran impacto. Estos consejos te ayudarán a cultivar las plantas de interior más felices y sanas.
1. Riegue sus plantas correctamente
Hay muchas formas de regar tus plantas, dependiendo del tipo que tengas. Si tienes cactus o plantas suculentas, necesitan poca o ninguna agua. Con otras plantas, es vital que reciban la cantidad de agua adecuada.
Si tienes una maceta normal, debes regar la tierra, no las hojas. Regar las hojas puede provocar podredumbre y otras enfermedades, por lo que debes regar las raíces en su lugar. Si tienes una maceta con un agujero en el fondo, lo mejor es regarla directamente, ya que así las raíces reciben una buena cantidad de agua.
El momento de regar las plantas depende del tipo de planta y de la temperatura de la habitación donde viven. En el caso de los cactus, las suculentas y otras plantas que necesitan poca agua, debes regarlas sólo una vez al mes, o incluso menos. En el caso de otras plantas, debes regarlas cuando la tierra se seca.
2. Utiliza la tierra adecuada
El tipo de tierra que utilices tendrá un gran impacto en tus plantas. En el caso de algunas plantas, especialmente las que necesitan mucha agua, debes utilizar un tipo de tierra que no retenga mucha agua.
Por ejemplo, si tienes un jazmín, que es un tipo de planta de interior, debes utilizar una tierra que drene rápidamente. Esto se debe a que los jazmines no toleran la tierra húmeda, y se pudrirán si la tierra está demasiado húmeda.
Si quieres que tus plantas crezcan rápidamente y te den muchas flores, debes utilizar una tierra con muchos nutrientes. De este modo, no necesitarán mucho tiempo para crecer y tendrán un aspecto más saludable en general.
3. Dales la luz adecuada

La cantidad de luz que reciban tus plantas tendrá un gran impacto en su vida. Por ejemplo, si tienes una planta tropical que necesita mucha luz, no la pongas en un rincón oscuro. Para las plantas que necesitan mucha luz, debes ponerlas cerca de la ventana. Si no tienes ninguna ventana, puedes ponerlas cerca de una lámpara que dé mucha luz.
En el caso de otras plantas, debes ponerlas en un rincón más oscuro, donde no reciban demasiada luz. Si las pones cerca de una luz que emita demasiada luz, se marchitarán y morirán. Por ejemplo, si tienes un ficus o una yuca, debes ponerlos en un rincón más oscuro. También es posible que tengas que regarlas menos, ya que prefieren menos luz y más agua.
4. No te olvides de respirar
Las mejores plantas son las que respiran. Si tienes una planta que no respira, se marchitará y morirá. Por lo tanto, debes asegurarte de que tus plantas respiren. Si tienes una planta en una maceta, puedes hacer un pequeño agujero en el fondo. De este modo, la planta recibirá suficiente aire y no se pudrirá.
Si tienes una planta en una maceta sin agujero en el fondo, puedes ponerla en una maceta pequeña que tenga un agujero en el fondo. También puedes poner una pequeña piedra en el fondo de la maceta con la planta para que tenga algo en lo que apoyarse. Si las plantas pueden respirar, serán más felices, estarán más sanas y durarán más tiempo. También será menos probable que te ataquen con bichos y olores apestosos.
5. No alimente en exceso a sus plantas
Alimentar tus plantas no es una mala idea. De hecho, es recomendable si quieres que crezcan rápidamente y tengan muchas flores. Sin embargo, debes tener cuidado de no sobrealimentarlas.
Sobrealimentarlas hará que crezcan demasiado y se vuelvan poco saludables. Esto se debe a que recibirán demasiados nutrientes, que no podrán digerir correctamente.
Si alimentas a tus plantas, debes hacerlo un par de veces al año. Aunque puedes utilizar abono en cualquier momento, lo mejor es hacerlo dos veces al año. Cuando las alimentes, puedes poner el abono en la tierra. Si el abono tiene una alta concentración de nitrógeno, es mejor ponerlo en la tierra al principio del año. Si tiene una alta concentración de potasio, es mejor ponerlo en la tierra al final del año.
La razón es que las plantas que están creciendo sólo utilizan el nitrógeno, mientras que las plantas que no están creciendo utilizan el potasio.
6. Rota su posición regularmente

Si tienes algunas plantas en el alféizar de la ventana, debes asegurarte de rotar su posición con regularidad. Así te asegurarás de que reciben la cantidad adecuada de luz y no se queman.
También debes comprobar periódicamente el nivel de la tierra, asegurándote de que no es demasiado alto ni demasiado bajo. Si sobrepasa el borde de la maceta, se marchitará y morirá.
Si rotas regularmente su posición, crecerán mucho mejor. Si no las rotas, sólo recibirán luz de un lado, lo que hará que crezcan de forma desequilibrada.
7. Presta atención a la humedad
Algunas plantas necesitan aire húmedo y otras aire seco. Si tienes una planta que necesita aire húmedo, debes ponerla cerca de una fuente de agua, como un grifo o una ducha. De este modo, la planta recibirá el aire húmedo que necesita.
Si tiene una planta que necesita aire seco, debe colocarla cerca de un ventilador o de una salida de aire. Esto eliminará la humedad del aire y hará que el ambiente sea menos húmedo. Si tus plantas tienen demasiada (o muy poca) humedad, pueden marchitarse y morir. Por eso debes comprobar regularmente el aire y asegurarte de que no es demasiado húmedo ni demasiado seco.
8. Trasplanta tus plantas una vez al año
Si una planta está en la misma maceta durante mucho tiempo, se atascará, lo que significa que las raíces crecerán alrededor de los bordes de la maceta. Esto puede hacer que se marchite y muera porque no recibirá suficiente agua.
Debes trasplantar la planta una vez al año. Si notas que empieza a marchitarse, debes trasplantarla de inmediato. Cuando trasplantes la planta, debes utilizar una maceta más grande que la que tiene. Una maceta más grande permitirá que las raíces crezcan más y tengan más espacio.
9. No dudes en pagar.
Las plantas son seres vivos y, como tales, necesitan atención y cuidados. Hay que regarlas, alimentarlas y darles luz. Como sabes, esto no es barato. Sin embargo, las plantas suelen venir en macetas pequeñas y baratas. Si las pones en una maceta pequeña, no crecerán.
Por lo tanto, si quieres que crezcan grandes y bonitas, debes conseguir macetas más grandes y plantarlas en ellas. Si quieres que una planta crezca, tienes que gastar algo de dinero en ella. Si quieres plantas grandes y sanas, tienes que invertir en ellas.
Resumir
Estos consejos te ayudarán a cultivar las plantas de interior más felices y sanas. Para regar tus plantas correctamente, debes regar la tierra, no las hojas. Para conseguir la mejor tierra para tus plantas, debes utilizar una que drene rápidamente. Para que tus plantas reciban la luz adecuada, debes ponerlas cerca de la ventana, o cerca de una luz que emita mucha luz.
Para comprobar si tienen suficiente humedad, debes comprobar regularmente el aire. Para asegurarte de que una planta no se marchita y muere, debes trasplantarla una vez al año. Si quieres plantas grandes y sanas, tienes que gastar algo de dinero en ellas. Estos consejos te ayudarán a cultivar las plantas de interior más felices y sanas.