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¿Por qué no crecen las plantas? – Causas y soluciones

Cuando montas por primera vez tu jardín de interior, todo parece ir perfectamente. Tienes la cantidad de luz adecuada, la temperatura correcta y el suministro de agua suficiente. Tus plantas parecen sanas y felices. Pero al cabo de unos días o semanas, las cosas empiezan a decaer rápidamente. Las hojas empiezan a amarillear y a caerse; algunas plantas se marchitan por completo y otras dejan de crecer. ¿Qué les pasa a tus plantas? ¿Por qué no crecen las plantas en un jardín interior? Averigüémoslo…

Falta de luz

La mayoría de las plantas que cultivamos en el interior requieren mucha luz, especialmente plantas como la lechuga, el brócoli y las espinacas. Cuando no reciben suficiente luz, empiezan a ponerse amarillas y a marchitarse. Si no les das suficiente luz, no pueden producir suficiente clorofila, que es esencial para la fotosíntesis y el proceso mediante el cual las plantas crean su propio alimento. En otras palabras, sin suficiente luz tus plantas agotarán su energía, dejarán de crecer y empezarán a morir.

La mayoría de las plantas necesitan unas 16 horas de luz, pero si tienes demasiadas plantas en un espacio reducido, es posible que tengas que disminuir la cantidad de luz para todas las plantas de modo que ninguna reciba demasiada luz. Dejar que las plantas reciban demasiada luz puede quemarlas; puede hacer que se marchiten y dejen de crecer.

Si tienes suficiente luz, pero sigues notando que tus plantas se marchitan, puede que estén recibiendo demasiado calor. Muchas plantas de interior necesitan temperaturas cálidas (21-26 °C), pero si mantienes la temperatura demasiado alta, tus plantas pueden dejar de crecer.

Demasiada agua

Las plantas necesitan agua, pero el exceso de agua puede ser tan perjudicial como la escasez. Un suelo bien drenado que no retenga demasiada agua es la mejor opción para cultivar plantas de interior, ya que les permite obtener el agua que necesitan al tiempo que evita la putrefacción de las raíces.
Un exceso de agua en el suelo puede provocar la putrefacción de las raíces, lo que a menudo conduce a la muerte. Cuando la tierra se encharca, retiene demasiada agua y no deja que las raíces respiren correctamente. Si el suelo está demasiado húmedo durante mucho tiempo, las raíces pueden morir.

Como pauta general, riega tus plantas cuando la cuarta parte superior de la tierra se sienta seca. Si la tierra está demasiado empapada, puedes dejar salir parte del agua colocando las macetas en una bandeja y dejando que el agua salga por el fondo. También puedes probar a mezclar la tierra con un poco de arena para mejorar el drenaje.

Temperatura incorrecta

Temperatura incorrecta

Muchas plantas de interior son originarias de regiones tropicales o subtropicales, por lo que les va mejor cuando la temperatura se mantiene dentro del rango de 21-28°C. Si mantiene su casa demasiado caliente (más de 28°C) o demasiado fría (menos de 21°C) sus plantas dejarán de crecer e incluso pueden morir.
Muchas plantas de interior son modestas y pueden dañarse fácilmente por el exceso de calor. Lo mismo ocurre con las plantas que se mantienen en un lugar demasiado frío. Estas plantas pueden marchitarse, volverse marrones o incluso morir.

Si tienes un termómetro, puedes comprobar fácilmente la temperatura de tu jardín de interior. Si mantienes tus plantas en una habitación que se enfría o calienta mucho, puedes probar algunas cosas para ayudar a mantener tus plantas sanas. Puedes trasladar tus plantas a una habitación más cálida o más fría. También puedes colocarlas en un invernadero o en otra habitación donde estén más protegidas de las temperaturas extremas.

Mala calidad del suelo

A muchas plantas de interior se les caen las hojas cuando no reciben suficiente agua, pero se recuperan cuando reciben suficiente agua. ¿Qué ocurre cuando a una planta se le caen las hojas pero no le crecen otras nuevas? Eso es una señal aún mayor de que algo puede estar mal en tu tierra.
Puedes comprobar la calidad de tu tierra tomando una pequeña muestra y mezclándola con agua. Si el agua se vuelve turbia, significa que hay demasiados nutrientes en el suelo. Si el agua es clara, tu suelo no tiene suficientes nutrientes.

Si tu suelo tiene demasiados nutrientes, puedes utilizar un producto que elimine el exceso de nutrientes del suelo, como un eliminador de fertilizantes. Si su suelo no tiene suficientes nutrientes, puede añadirlos mezclando fertilizante en el suelo.

Raíces podridas

Si has mantenido tu tierra con el nivel de humedad adecuado y alimentas a tus plantas con regularidad y has inspeccionado las raíces, es posible que te hayas dado cuenta de que hay un problema con las raíces. ¿Qué aspecto tienen las raíces podridas? Primero, las raíces son negras. Luego se vuelven de color marrón oscuro y finalmente están completamente podridas.

¿Qué significan las raíces podridas? Significa que algo le ha pasado a las raíces de tu planta. ¿Pero qué? La alta humedad, las bajas temperaturas y el riego poco frecuente son factores que pueden hacer que el suelo circundante retenga demasiada agua. Si el agua queda atrapada en el suelo y no se deja salir, empezará a pudrir las raíces.

Conclusión

Cuando los jardines de interior empiezan a ir mal, las plantas dejan de crecer y a veces incluso mueren. Las causas más comunes son la falta de luz, la temperatura incorrecta, la mala calidad del suelo y las raíces podridas. Para mantener la salud de tu jardín de interior, asegúrate de tener la cantidad de luz adecuada, mantener la temperatura bajo control y alimentar a tus plantas con regularidad.

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