Cuando se cultivan plantas en interiores, puede parecer que hay un millón de cosas que controlar. La luz, la humedad, la temperatura, el CO2… la lista es interminable. El reto es que cada planta requiere unos cuidados diferentes para prosperar. Por eso, muchos jardineros de interior tienen dificultades para mantener sus plantas prósperas y sanas.
Pero, ¿y si pudiéramos reducir el cuidado de las plantas a lo esencial? ¿Y si entendieras exactamente lo que tus plantas necesitan para crecer en lugar de seguir ciegamente las complicadas instrucciones de las páginas web o los libros?
Si eso le parece bien, siga leyendo, porque en este artículo trataremos los 4 elementos esenciales para el crecimiento de las plantas: luz, agua, fertilizante y CO2. Estas son las únicas cosas que necesitas saber para cultivar plantas de interior desde tu casa u oficina.
Luz
En primer lugar, hablemos del elemento luz. Este es el aspecto más importante de la jardinería de interior. Sin suficiente luz, tus plantas no podrán producir alimentos mediante la fotosíntesis. Esto significa que tus plantas no crecerán bien y serán más propensas a las enfermedades.
Cuando se cultivan plantas en interiores, hay dos tipos de luz que hay que tener en cuenta:
- PAR (Photosynthetically Active Radiation): Es la luz que utilizan las plantas para la fotosíntesis. Se mide en lúmenes.
- Calidad de la luz (temperatura): La temperatura del color de la luz determinará su efecto sobre las plantas. La luz azul favorece el crecimiento, mientras que la luz roja favorece la floración.
Para el cultivo de plantas en interior, se necesita una fuente de luz con un valor PAR elevado, como una luz de cultivo HID o LED. Estas luces son excelentes para los jardines de interior porque generan una gran cantidad de luz que las plantas pueden absorber fácilmente. La gran cantidad de luz también ampliará la temporada de cultivo, permitiéndote cultivar plantas durante todo el año.
Agua
El segundo elemento en el cuidado de las plantas es el agua. Puede que no pienses en ello, pero el agua que utilizas para tus plantas es tan importante como la luz. Si utilizas un agua demasiado dura o alcalina, tus plantas sufrirán un bloqueo de nutrientes. Esto ocurre cuando el agua hace que el pH del suelo aumente, impidiendo que la planta tome ciertos nutrientes.
Tus plantas necesitan un agua con un pH entre 6,0 y 6,5. Esto mantendrá los nutrientes disponibles al tiempo que el pH del suelo se mantiene en el rango adecuado.
Si el agua del grifo es demasiado dura, puedes ablandarla con un ablandador o añadiendo plantas. Plantas como la cadena dorada, el bambú ecuatorial, la palmera dama y el bambú pueden ayudar a reducir la dureza de tu agua.
También puedes ablandar el agua con un descalcificador. Los descalcificadores utilizan un proceso de intercambio de iones para sustituir los minerales duros por minerales blandos. Este proceso reduce el nivel de minerales en el agua, disminuyendo su pH.
Fertilizante

El tercer elemento del cuidado de las plantas es el abono. Debe fertilizar sus plantas con regularidad para asegurarse de que reciben todos los nutrientes que necesitan. Cuando se cultivan plantas en el interior, conviene utilizar un fertilizante con alto contenido de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK). De este modo, tus plantas recibirán los nutrientes que necesitan para desarrollarse.
Para cultivar plantas de interior, puede utilizar un fertilizante líquido o granular. La mejor opción es un fertilizante líquido porque es más fácil de aplicar. Si cultiva plantas en interiores, puede alimentarlas semanal o quincenalmente.
Al alimentar las plantas, hay que tener en cuenta la fase de crecimiento de la planta. Por ejemplo, fertilizar las plantas de semillero impedirá su crecimiento. En cambio, alimentar a las plantas maduras las animará a crecer más. Puedes encontrar tablas con las necesidades de abono de determinadas plantas, como la que se muestra a continuación.
CO2
El último elemento para el cuidado de las plantas es el CO2. El CO2 es un gas natural que todas las plantas necesitan para crecer. Es esencial para la fotosíntesis, que es el proceso por el que las plantas convierten la luz, el agua y los nutrientes en alimento.
Cuando se cultivan plantas en interiores, los niveles de CO2 tienden a ser más bajos. Esto se debe a que los jardines de interior son entornos cerrados que no permiten que salga mucho CO2. Esto significa que tus plantas pueden no tener suficiente CO2 para crecer bien.
Afortunadamente, puedes aumentar el CO2 en tu jardín interior. La mejor manera de hacerlo es utilizar un generador de CO2. Un generador de CO2 añadirá CO2 a su jardín interior, aumentando la cantidad de combustible que tienen sus plantas para crecer.
El cultivo de plantas en interior con niveles bajos de CO2 puede reducir el rendimiento y aumentar el tiempo de cultivo. También puede aumentar el riesgo de enfermedades y plagas. El uso de un generador de CO2 es una gran manera de aumentar los niveles de CO2 en su jardín interior y ayudar a sus plantas a crecer mejor.
Resumen
Cuando se cultivan plantas en interiores, es necesario comprender los 4 elementos esenciales para el crecimiento de las plantas: luz, agua, fertilizante y CO2. Si alguno de ellos está desequilibrado, tus plantas no prosperarán.
Comprender estos elementos le ayudará a cultivar mejores plantas en el interior. Podrá sacar el máximo partido a sus esfuerzos de jardinería y producir plantas más sanas. Y lo que es más importante, podrá disfrutar de los frutos de su trabajo durante mucho tiempo.