Un loft con una caja multiusos (casi mágica) de color turquesa en Barcelona
Introducción
Siendo el espacio uno de los bienes más preciados, la búsqueda de soluciones para aprovecharlo al máximo es constante. En este caso, un loft en el barrio de Poblenou en Barcelona, con techos de más de cuatro metros de altura, presentaba una disyuntiva para sus propietarios: mudarse a una vivienda más grande o reformar su actual hogar. La arquitecta Ana García, de NeuronaLab, escogió la segunda opción y logró optimizar el espacio y la luz por medio de una caja multiusos que, no solo resolvió el problema de almacenaje, sino que también dividió en cuatro secciones el área disponible para darle una jerarquía clara a las diferentes estancias.
La solución a los problemas de un loft
Ana García ha aplicado la máxima «divide y vencerás» en su intervención, reorganizando el espacio por medio de tres intervenciones: el cambio de posición del baño, la colocación de un altillo de madera en la zona de dormitorios y la disposición de un gran armario central. Este último es una enorme caja de color turquesa que domina el espacio y que incluye dos espacios blancos separados por un tabique que albergan la cocina y el baño. Al fondo de la caja, se encuentran separados por otro tabique el dormitorio principal y el infantil. La caja se ha dividido en dos, aprovechando la altura del espacio para crear un gran espacio de almacenaje y una amplia zona de teletrabajo.
Gracias a esta intervención, los metros cuadrados útiles han pasado de 65 a 85, lo que ha hecho realidad el sueño de los propietarios sin tener que mudarse a una vivienda familiar convencional fuera del barrio de Poblenou.
La caja multiusos
La caja es el elemento central de la reforma del loft, ya que no solo divide el espacio en cuatro secciones, sino que también proporciona soluciones de almacenaje, jerarquiza el espacio y mejora la iluminación. La caja se ha dividido en dos partes, una inferior que aloja el almacenaje y una superior que sirve como espacio de trabajo, aprovechando así el espacio en altura. La altura de más de cuatro metros de los techos es, sin duda, uno de los principales activos del loft y la caja permite sacar el máximo partido de ella.
La caja está pintada en un precioso color turquesa que contrasta maravillosamente con los espacios blancos del baño y la cocina. También se ha utilizado esta tonalidad en otras partes del loft para dar coherencia al diseño de toda la vivienda.
El altillo infantil
La reforma de Ana García ha conseguido dar una jerarquía clara al espacio, creando un área destinada exclusivamente a actividades infantiles. El altillo de gran tamaño ubicado sobre la caja multiusos cumple esta función, reservando el espacio principal para el dormitorio principal y la zona de estar. Además, esta estructura de madera proporciona una sensación de calidez al espacio y aísla acústicamente a los niños, lo que contribuye al descanso de los adultos.
Con esta solución, el espacio se ha optimizado al máximo y se ha conseguido dar una jerarquía clara y definida a las distintas áreas del loft.
La luz, el espacio y los materiales
La luz es uno de los elementos más importantes en cualquier vivienda y Ana García ha sabido sacarle partido en esta reforma. La caja multiusos, al situarse en el centro del espacio, permite que la luz natural llegue a todas las estancias del loft, mejorándolas considerablemente. Además, el uso de materiales naturales y poco procesados contribuye a una mejor calidad del aire interior y permite el buen envejecimiento de los mismos.
La utilización del color turquesa en la caja multiusos se fusiona de manera armónica con el parquet original del loft que se ha pulido con un barniz natural. El mobiliario es de diseño sencillo, pero funcional, lo que refuerza la sensación de amplitud y luminosidad del espacio.
La bioconstrucción y la neuroarquitectura
La arquitecta Ana García es experta en bioconstrucción y neuroarquitectura, lo que se ve reflejado en su trabajo de reforma de este loft. La