¿Por qué y en que momento se realiza un trasplante y poda de raíz a un bonsái? Todos los detalles se lo explicaremos a continuación.
SI USTED ES NUEVO en este arte, probablemente se le ponga la carne de gallina sólo de pensarlo. Pero no crea que podar la raíz es hacerle ninguna crueldad al arbolito; por el contrario, es ayudarle, imitando un proceso totalmente natural. Si nada obstaculizase el crecimiento anual de las raíces de un roble silvestre, por ejemplo, al alcanzar su madurez se extenderían…¡unos cuatrocientos metros en todas las direcciones! ¿Cómo regenerar nuevos brotes en un bonsái?
Los bosques, simplemente, no podrían existir, porque las raíces de los árboles se ahogarían unas a otras. Lo que ocurre es que cada año el árbol echa unas pocas raíces de anclaje y regeneración y multitud de finas raíces de alimentación que mueren relativamente pronto, ya sea al enredarse en las raíces más vigorosas de un árbol colindante, ya sea devoradas por alimañas que viven bajo la tierra o, sencillamente, porque les ha llegado su hora.
Es este proceso de regeneración constante lo que mantiene sanas las raíces y, por ende, los árboles, en el entorno natural. El cultivo en maceta bloquea este proceso. Las condiciones de vida de las raíces son muy distintas. Éstas llenan rápidamente la vasija que las contiene y cuando ya no hay espacio, dejan de trabajar eficazmente o se ahogan las unas a las otras. Aunque pudiera parecerlo, este proceso no tiene nada que ver con el natural. ¡Consejos para un buen crecimiento de un bonsái!
En una maceta, las raíces muertas se pudren, y como su longitud es pequeña en proporción al resto de la planta, su pudrición puede extenderse al tronco y matar al árbol entero. Si replanta y poda las raíces de su bonsái periódicamente, el arbolito se lo agradecerá multiplicando su vigor y su salud. Y si aún no está del todo convencido, recuerde que los japoneses, por medio de esta técnica, han conseguido que los bonsáis vivan sanos… ¡durante varios siglos!
Cuándo y cómo hacer un replante y poda de raíz
La frecuencia depende sobre todo de la especie, del tamaño y de la edad de cada ejemplar. También depende de otros detalles. En cualquier caso, la técnica es siempre la misma. La mejor época para replantar cualquier árbol es hacia el final de la estación en la que permanece inactivo, justo antes de que las yemas empiecen a hincharse.
Para los árboles tropicales y subtropicales, la mejor época es en plena primavera. Aunque ellos no permanecen nunca inactivos, crecen más lentamente durante el invierno y con mayor rapidez en primavera, cuando los días empiezan a alargarse. Los manzanos y cerezos que florecen en primavera deben ser replantados a principios de otoño, y las azaleas y los membrillos, en cuanto haya concluido la floración. ¿Cuál es la mejor forma de podar un bonsái?
LA IMPORTANCIA DEL SUSTRATO
- El sustrato debe proporcionar estabilidad a la planta, retener la humedad y los nutrientes y ser lo bastante esponjoso como para que las raíces, el agua y el aire circulen a través de él sin dificultad. También debe drenar bien el exceso de agua.
- La mayoría de los bonsáis procedentes de Japón crecen en una arcilla granulosa que sólo existe en la región de Akadama. Los bonsáis importados de otros países orientales suelen venir en una arcilla más compacta. Estos sustratos son perfectos para los árboles cultivados en esas zonas, pero al instalarlos en nuestras casas, patios y jardines, no necesariamente son los mejores.
- La akadama japonesa es muy fácil de conseguir y parece que los arces japoneses la prefieren a otros suelos. No obstante, se pueden cultivar arces japoneses en un sustrato universal para bonsáis de calidad durante años, con excelentes resultados. Todos los árboles prosperan en un sustrato de esas características.
Receta básica
- 3 parles de turba gruesa, mantillo de hojas o materia orgánica similar.
- 2 parles de arena gruesa o gravilla fina.
- Tamice todos los ingredientes para eliminar las partículas de menos de 1,5 mm o más de 6 mm antes de mezclarlos muy bien.
- Al desechar todas las partículas demasiado pequeñas se asegura de que el suelo estará bien aireado y drenado y de que las raíces podrán abrirse paso sin dificultad.
- La ausencia de partículas excesivamente gruesas asegura que las raíces siempre estarán completamente rodeadas de sustrato.
- Si su árbol es de exteriores y vive en un clima lluvioso, debe añadir más cantidad de arena gruesa.
¿Por qué debes y es importante alambrar un bonsái?
Pasos para trasplantar un árbol bonsái
- Extraiga el árbol del tiesto con mucho cuidado. Las raíces deben aparecer enrolladas sobre sí mismas. Si no las ve, puede ser porque han empezado a pudrirse a causa de la falta de espacio. En cualquier caso, el árbol necesita ser replantado con urgencia.
- Con una aguja de hacer punto o un utensilio similar, libere y desenrede las raíces y elimine parte de la tierra vieja. Si las raíces están sanas, retire más o menos la mitad de la tierra y deje el resto del cepellón intacto.
- Si no están sanas del todo, retire la tierra vieja. Hágalo con ayuda de una manguera o con el chorro de agua del grifo para no causarles lesión. Si deja el cepellón en remojo diez minutos, después le será más fácil realizar esta operación.
- Elimine cualquier raíz muerta o en mal estado, cortando hasta llegar a una parte no dañada. Recorte el resto de forma que quepa en la vasija, dejando un margen de unos 2,5 cm más o menos a los lados.
- Lave el tiesto y recubra los agujeros de drenaje con malla de plástico para impedir que el nuevo sustrato pueda colarse por ellos.
- Coloque una fina capa de arena gruesa o gravilla fina en el fondo del recipiente para asegurarse un perfecto drenaje y cubra esta capa con el sustrato nuevo. Amontone un poco de tierra en el lugar destinado para el tronco.
- Coloque el árbol de forma que quede de frente. Si lo coloca levemente descentrado, resulta más estético. Asiente bien el tronco en el montículo, haciéndolo girar con suavidad mientras lo mueve hacia adelante y hacia atrás. Afírmelo en su lugar haciendo pasar alambre o hilo de nylon a través de los agujeros de drenaje para sujetar las raíces a la base.
- Añada el sustrato nuevo, haciendo que penetre bien entre las raíces con la ayuda de una aguja de hacer punto. Si la tierra está seca, esta tarea le resultará más fácil. Termine de llenar el tiesto, dejando 6 cm más o menos libres entre la tierra y el borde superior de la vasija. Pocas semanas después, el suelo se habrá asentado y podrá añadir más cantidad.
- Riegue abundantemente y proteja el arbolito de las heladas, del sol directo y del viento hasta que vea que vuelve a crecer de nuevo. No riegue hasta que vea que el suelo ha comenzado a secarse un poco, y después riegue con prudencia hasta que el árbol vuelva a crecer. No añada fertilizante alguno hasta bien empezado el proceso.