Las hojas de una planta nos dan mucha información sobre su salud. Las hojas sanas son verdes, firmes y no están marchitas ni amarillean. Las hojas marchitas o amarillentas suelen indicar un problema de riego, luz o pH del suelo. Pero también hay veces que vemos hojas amarillentas en las plantas de interior y no estamos seguros de por qué lo hacen. Sigue leyendo para saber más sobre por qué ocurre esto y qué puedes hacer para evitar que vuelva a ocurrir.
Causas de las hojas amarillas en las plantas de interior
Puede haber varias razones por las que sus plantas de interior hayan empezado a producir hojas amarillas. Podría deberse a una falta de nutrientes en el suelo. Las hojas amarillas también pueden ser un síntoma de exceso de riego, de falta de agua, de pudrición de las raíces o de una enfermedad o infestación de insectos. Para determinar qué ocurre exactamente con tus plantas, tendrás que revisar el suelo, observar el aspecto general de las plantas y examinar las hojas.
Las plantas de interior que producen hojas amarillas podrían estar mostrando signos de deficiencias en los siguientes nutrientes: Hierro, manganeso, zinc, magnesio, calcio, fósforo y azufre.
Exceso de riego
Si las raíces de tu planta están constantemente empapadas de agua, la planta puede empezar a enviar un exceso de agua a sus hojas. En realidad, se trata de un mecanismo de supervivencia, ya que las hojas dejarán caer el agua tan pronto como puedan, y la planta sobrevivirá más tiempo con menos agua.
Pero si has regado en exceso tu planta, esto ocurrirá continuamente y acabará por hacer que las hojas se vuelvan amarillas por falta de clorofila. Para evitarlo, riegue su planta sólo cuando la tierra esté seca al tacto. Esto ayudará a la planta a conservar el agua y evitará que sus hojas se vuelvan amarillas.
Falta de luz
Las plantas de interior que necesitan mucha luz, como los filodendros, las plantas araña y las suculentas, deben tener las hojas hacia la parte inferior de la planta. Si tienes una planta que necesita mucha luz y sus hojas están cerca de la parte superior de la planta, puede que tengas que trasplantar la planta o trasladarla a un lugar más luminoso. Esto podría ser la causa de las hojas amarillas.
Si su planta está en el interior, también podría estar recibiendo demasiada luz. Las plantas de interior que necesitan una luz media o baja, como los helechos, las violetas africanas y las orquídeas, deben tener las hojas en los primeros centímetros del suelo. Si ves que tu planta recibe demasiada luz, puedes darle sombra o trasladarla a un lugar más sombreado.
Demasiada luz
El exceso de luz puede provocar el marchitamiento, el color marrón de las puntas de las hojas y el amarilleo de las mismas. También puede hacer que las plantas se vuelvan enjutas, con las patas largas y altas.
Si has trasplantado tu planta recientemente y se está marchitando, es posible que la hayas trasladado a un lugar demasiado luminoso antes de que las raíces hayan tenido tiempo de recuperarse y absorber agua.
Si las hojas de tu planta se vuelven marrones, puede ser que no haya suficiente agua en el suelo. Prueba a regar con más frecuencia y a cambiar la tierra si está muy seca. Si las hojas están amarillas, puede ser que la planta reciba demasiada luz y necesite ser trasladada a un lugar más sombreado.
pH incorrecto del suelo
El pH del suelo puede afectar a la salud de su planta. Un suelo demasiado ácido o demasiado alcalino afectará a la capacidad de su planta para absorber nutrientes y puede provocar el amarilleamiento de las hojas en ciertos tipos de plantas.
Para determinar si el pH de tu suelo está causando las hojas amarillas, puedes llevar una muestra a tu tienda de jardinería local. Ellos podrán analizarla por ti y decirte cuál es el nivel de pH.
Conclusión
Las plantas de interior pueden ser una gran adición a cualquier hogar. Sin embargo, si ves que tus plantas empiezan a producir hojas amarillas, podría ser una indicación de un problema con su entorno de crecimiento. Al identificar las posibles causas de las hojas amarillas en las plantas de interior, puede corregir el problema y mantener sus plantas sanas y prósperas.
